La hora de Maitines, también llamada Vigilía, corresponde a la primera oración de la liturgia de las horas. Anteriormente se usaba para santificar la noche, por lo cual se rezaba en medio de esta. Sin embargo, la dificultad de mantener este horario, para algunos religiosos y para los laicos (que desde el Concilio Vaticano II han sido invitados a rezar la liturgia de las horas) hizo que este oficio fuera reemplazado por el oficio de lecturas que puede hacerse en cualquier momento del día. Algunos monasterios continúan celebrando maitines según la regla de San Benito.